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Clarín
Morón/Ituzaingo || Ciudad || Miércoles 23 de noviembre de 2005

Historias y Personajes

ITUZAINGO: LAS OLIMPIADAS DE ROBOTICA SE DESARROLLARON EN EL COLEGIO BELGRANO

A estos chicos no se les salta el chip

Roboliga reunión a 32 escuelas del país. Hubo una categoría de competencia y otra de exposición

Ituzaingó se llevo dos primeros puestos: uno lo consiguió el anfitrión; y en la Feria, el titulo fue para el Estrada.

“Me siento William Boo cuando era arbitro de la pelea entre la Momia y Martín Karadagian”. La frase del coordinador de la sexta edición de las Olimpíadas Nacionales de Robótica provocó risas en toda la sala. Mientras tanto, la tribuna seguía expectante los movimientos de “Champion”, un pequeño robot que embestía con furia a su rival en la final de sumo electrónico. Los creadores de los robot seguían atentamente a sus aparatos, rogando que el chip indicara los movimientos precisos. Pero, pese al resultado de la final, se sabia que la copa quedaría en el Colegio Marín, ya los dos equipos que habían llegado a esa instancia eran suyos.

El viernes 11 “Roboliga” llego al Oeste y el anfitrión fue el Colegio General Belgrano, de Ituzaingó. Gente de todo el país se acerco a competir con sus pequeños prototipos y a presentar sus proyectos en la V Feria de robótica, donde el ganador fue el Colegio Estrada, también de Ituzaingó (ver El mejor...).

Hubo varias competencias: por ejemplo, el campeonato de sumo consistía en expulsar al contendiente afuera de un circulo de un metro marcado con una línea, pero en vez de luchar dos hombres gordos, se enfrentaban pequeños robots autónomos, que tenia que pesar menos de kilos, ser armados en tamaño menor a 25 centímetros y con un software que guíe sus movimientos. El Colegio Estrada, de Ituzaingó, llego a la semifinal. “El que nos ganó después salió campeón. Eso significa que era bueno”, dijo Rodríguez Géntile, tratando de consolarse.

Además de sumo, se presentaron otras atracciones. En “Rescate”, los organizadores del evento recrearon una zona destruida por una explosión nuclear, donde los humanos, “supuestamente”, no podían ingresar por la contaminación. Se establecieron ciertas áreas seguras (marcadas en el piso de color negro) y los robots, de 20 centímetros de alto, debían rescatar pequeños paquetes de supervivencia y llevarlos hasta allí. Todo en un terreno de 2 metros y con paredes de 15 cm. El que más paquetes pudo asegurar fue el local, el Colegio General Belgrano. “La copa quedo en casa”, se escucho en boca de los chicos de Ituzaingó. También hubo una prueba de destreza futbolística, que buscaba preparar a los participantes para los partidos reales que se jugaran el año que viene. En una cancha de 1,80 metros, con matices blancos, negros y grises y paredes de 10 cm., se ubicaba al robot de un lado y a la pelota del otro. El aparato debía reconocer al balón (que tenia una luz roja) y hacer un gol lo más rápido posible. Pese a que se destaco el colegio Juan Bautista Alberdi, de Morón, el ganador fue la ORT, de Belgrano.

Los colegios recibieron el reglamento de las competencias un mes antes y, desde el momento en que llegó, los participantes optimizaron sus tiempos. “Desde que nos dieron sus instrucciones no hubo más recreos ni fines de semana. Es más, nos tenían que echar del colegio porque nosotros nos queríamos quedar trabajando” contó Juan Sarone, del colegio Alberdi, de Morón. Es entendible que todos se quisieran preparar , ya que los ganadores de la “Roboliga” son seleccionados para el campeonato Panamericano y el mundial (Robocup).

A la importancia de las olimpíadas se agrega que los chicos pasaron una excelente jornada, entre la chocolatada y las medialunas que les dieron y los cables y robots que llevaron. “Es una manera de que los alumnos se integren y aprendan a trabajar en equipo”, contó José Luis Bruni, profesor de robótica de Mundo Electrónico, de Ushuaia.

“Nunca pensamos que en 6 años íbamos a crecer tanto. Al principio éramos tres colegios solos de Buenos Aires, pero ahora ya competimos más de 32 instituciones de todo el país”, concluyeron, antes de proponer un brindis, los organizadores.

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Premio para el Colegio Estrada.

El mejor ta-te-ti es de Ituzaingó Además de las Olimpíadas, el Colegio General Belgrano, de Ituzaingó, también albergo a la Quinta Feria de Robots autónomos y de control automatizado, donde los concursantes presentaron distintos proyectos. Desde submarinos hasta casa automáticas, hasta pequeñas fabricas embasadoras y un Ta-te-ti mecánico formaron parte de la exhibición. La feria tuvo dos niveles: uno de robots autónomos (que tenían que hacer todo solos, es decir una programación interna) y otro de control automatizado (sus movimientos eran indicados a través de una computadora externa o un control remoto).

Los alumnos de 6° y 7° grado del colegio Manuel Estrada, de Ituzaingó, fueron algunos de los ganadores con su entretenido Ta-te-ti electrónico.”Estamos contentos con el premio porque es un proyecto en el que trabajamos mucho, pero divirtiéndonos”, contaron, mientras trataban de ganarle a su propio invento.